La cantidad de casos de coronavirus ya roza el medio millón en México, donde pese a esto no se detiene la polémica sobre el valor y eficacia del uso de tapabocas, que involucra al propio presidente Andrés López Obrador, mientras en la capital se abrieron hoy los cines.
La Secretaría de Salud confirmó hoy 498.380 casos y 54.666 muertes tras los 5.858 contagios y 737 decesos reportados en su informe técnico más reciente.
Con una media diaria de más de 6.000 contagios y 500 muertos, México superará en las próximas horas la barrera de 500.000 casos y con el número de decesos actual se colocará en el "peor escenario" previsto por las autoridades en semanas y meses anteriores.
Solo durante julio en el país se reportaron 195.682 infecciones y 18.283 muertos y en los primeros 12 días de agosto se han acumulado 58.329 casos y 6.457 fallecimientos, lo que refleja una situación de descontrol de la pandemia.
México ocupa el séptimo lugar mundial en el número de casos confirmados detrás de Estados Unidos, Brasil, India, Rusia, Sudáfrica y Perú y el tercero en muertes después de Estados Unidos y Brasil, reflejaron medios locales y la agencia de noticias EFE.
"No se ha acabado la epidemia y como hemos dicho en muchas ocasiones es una epidemia larga, lo planteamos así en febrero y durará al menos hasta octubre", alertó hoy en rueda de prensa el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
El funcionario abonó al debate sobre el valor del barbijo al reiterar que es un instrumento auxiliar pero sin evidencia científica de que interfiera para evitar la transmisión del virus.
El presidente mexicano Andrés López Obrador insiste en su postura de que solo lo usará si los especialistas de su gabinete le piden hacerlo.
En contraste, los expertos en epidemiología coinciden en que debería ser general y cotidiano y tendría que llevarlo desde el mandatario hasta los niños en todo el país.
Sostienen además que las autoridades deberían enfocarse en hacer más pruebas de detección, "que se reporten a tiempo, en menos de 48 horas" para que el infectado y sus contactos puedan aislarse.
En tanto, las salas de cine de la capital mexicana reabrieron hoy sus puertas, en forma cautelosa, pero lucieron casi desiertas en su primera jornada de funciones, aunque los pocos asistentes que se animaron se mostraron muy entusiastas.
Luego de cinco meses de no poder asistir a ver una película en pantalla gigante, los amantes de los filmes en gran formato pudieron disfrutar a sus anchas pues la mayoría de las butacas estaban vacías.
Las grandes cadenas como Cinemex y Cinépolis, con presencia en varios países latinoamericanos, se esmeraron en cumplir con el estricto protocolo impuesto por las autoridades locales, como la higiene del lugar y la obligación de dejar una fila sin usar por cada una ocupada, reseñó la agencia de noticias ANSA.
Además, todos los asistentes deben portar barbijos y rociarse las manos con gel desinfectante colocado a las entradas.
Las salas de cine son prácticamente uno de los últimos lugares en reabrir después de casi dos meses de desescalada en la capital mexicana, que por casi tres meses fue el epicentro de la pandemia. (Télam)